Copas de Ira

 

 

 

 

 

La consumación de la ira de Dios se logra con las copas de ira.
Después de que suena la séptima trompeta, el Apóstol Juan ve a siete ángeles con siete copas de ira que están a punto de ser derramadas sobre la tierra.  Dios está enfurecido con la gente de esta tierra que continúan viviendo una vida de pecado y no se arrepienten.

Apocalipsis 15:1
Y vi otra señal en el cielo, grande y admirable, que era siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas es consumada la ira de Dios.

Estas copas de ira son las últimas porque después que la ira de Dios se acabe, Yeshua nuestro señor vuelve a esta tierra y comienza el milenio.

Miremos como ser
á
n las copas de ira.

Apocalipsis  16:1-2
Y oí una gran voz [salida] del templo, que decía a los siete ángeles: Id, y derramad las [siete] copas de la ira de Dios sobre la tierra.  Y fué el primero, y derramó su copa sobre la tierra; y vino una plaga mala y dañina sobre los hombres que tenían la señal de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen.

Vea que por este tiempo no hay mención de la bestia escarlata, porque ha sido destruida; en vez una lesión maligna le sale a la gente que aceptó la marca de la bestia leopardo -- la que luchará contra Yeshua y sus santos en la batalla de Armagedón.

Apocalipsis  16:3
Y el segundo angel derramó su copa sobre el mar, y se convirtió en sangre como de un muerto, y toda alma viviente fué muerta en el mar.

Toda la vida del mar muere, así que desde entonces habrá menos oxígeno para la vida en la tierra.

Apocalipsis  16:4
Y el tercer angel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.

No sólo se muere la vida del mar, Dios trae plagas sobre la tierra.

Apocalipsis  16:5-6
Y oí al angel de las aguas que decía: Justo eres tú, oh Señor, que eres, y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas:  Porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, tambien tú les has dado a beber sangre; pues [lo] merecen.

Recuerde que Dios había enviado a sus dos testigos durante la época de la sexta trompeta para predicar arrepentimiento a toda la gente de la tierra, pero ellos en vez mataron a los dos testigos y no se arrepintieron.  Dios también envió a su hijo Yeshua y no se arrepintieron, sino que lo crucificaron.

Apocalipsis  16:7
Y oí a otro del altar, que decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios [son] verdaderos y justos.

Apocalipsis  16:8
Y el cuarto angel derramó su copa sobre el sol; y le fué dado quemar a los hombres con fuego.

Esta plaga causa un gran calor del sol, pero los hombres no se arrepienten sino blasfeman contra el nombre del Señor.  Dios está tratando de obtener la atención de todos aquellos que lo han desalojado de los lugares de aprendizaje, de las oficinas de gobierno, de los puestos públicos, y de sus hogares.  Pero como usted puede ver, no le dan gloria a Dios, sino que continúan con sus obras perversas.  Dios le da muchas oportunidades a los seres humanos y ellos las rechazan.

Apocalipsis  16:9
Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios que tiene potestad sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.

Decidimos que esta fotografía de fondo tomada por John McColgan sería apropiada para que usted el lector pueda darse cuenta de que Dios nos ha permitido llevar vidas contrarias al propósito de Dios y todo lo que hemos cosechado es dolor, pena, y destrucción.  No es demasiado tarde para usted... Arrepiéntase y recurra a Dios para que sus pecados sean borrados y su nombre pueda ser inscrito en el libro de la vida.

Apocalipsis  16:10
Y el quinto angel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se hizo tenebroso; y se mordían sus lenguas de dolor.
 

El apóstol hace referencia al trono de la bestia leopardo pues para este tiempo ya la bestia escarlata ha sido destruida.

Apocalipsis  16:11
Y blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores, y por sus plagas; y no se arrepintieron de sus obras.

Apocalipsis 16:12-16
Y el sexto angel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de él se secó, para que fuese preparado el camino de los reyes del Oriente.  Y ví [salir] de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas.  Porque son espíritus de demonios, que hacen señales, para ir a los reyes de la tierra, y de todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel grande día del Dios Todopoderoso.   He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.   Y los congregó en el lugar que en Hebreo se llama Armagedón.

Los espíritus malignos influyen a jefes humanos para que unan sus esfuerzos en contra de Dios y en contra de Israel. Pero, ¿por qué se congregan en Megiddo?

Es interesante observar que la nación de Israel en el momento actual depende solamente de una nación que la ampare - los Estados Unidos de América.  Cuando esta nación pierda su poder, no habrá nadie que  ayude a la nación de Israel.   Para esa época, Europa Unida se habrá hecho la nación más fuerte sobre la tierra y no ayudará a la nación de Israel.   Sus ejércitos invadirán Israel y librarán la batalla de Armagedón contra Yeshua y sus santos.

Apocalipsis  16:17-19
Y el séptimo angel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo, [de cerca] del trono, diciendo: Hecho está.  Entonces fueron hechos relámpagos, y voces, y truenos; y hubo un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no fué jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.  Y la gran ciudad fué partida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron: y Babilonia la grande vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del furor de su ira.

La gran ciudad hace referencia a Jerusalén, que será devastada por un gran sismo, pero este terremoto es mundial; todas las ciudades son afectadas. Dios recuerda a Babilonía y cómo fue destruída.

Apocalipsis  16:20-21
Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.  Y cayó del cielo sobre los hombres un grande granizo como del peso de un talento: y los hombres blasfemaron a Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fué muy grande.

Piedras de cien libras caen sobre la tierra.  Esta lluvia de meteoritos es sumamente destructiva.  Nada así se recuerda en la historia del hombre.  Como referencia, un bloque de concreto pesa 40 libras; ésto es más del doble de peso.  Note que los hombres blasfeman de nuevo contra Dios.  No hay ningún arrepentimiento.

En el capitulo 17, el apóstol Juan se toma un poco de tiempo en explicar quién es la bestia escarlata y la mujer que la monta - Babilonia la grande.

Es en el capitulo 19 donde continúa la secuencia de la séptima copa de ira  y descubrimos que los ejércitos de la bestia leopardo y de otras naciones luchan contra Yeshua y sus ejércitos en la batalla de Armagedón.  Después de la batalla, ocurre la primera resurrección  y empieza el milenio. 

Ojalá que Ud. preste atención al mensaje de Yeshua para que su nombre sea inscrito en el libro de la vida.

Apocalipsis  3:3
Acuérdate pues de lo que has recibido, y has oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Y si no velares, vendré a tí como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a tí.

Retorno al Menú